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Przekaż informację zwrotnąEl Corrillo es un pequeño bar de la calle Melendez de Salamanca. Está en el barrio viejo de la ciudad, y siempre está lleno de estudiantes y jovenes. Abren temprano, a las 8h30 de la mañana para servir cafés y desayunos, y en general no cierran hasta las 2 de la mañana. En la parte de cafetería, hay una decoración alrededor de la música, con fotos, discos viejos, notas firmadas por cantantes... El desayuno incluye bollos, cafés arábica y zumos naturales. A lo largo del día agregan tapas frías y calientes, y preparan tartas caseras. Los precios no son nada caros y puedes comer muy bien con una bebida y menos de 10 euros por persona. El restaurante sirve una cocina más elaborada y gastronómica, la sala está por debajo del café y se dedica a la cocina tradicional española con un toque moderno. Y la particularidad del lugar es que ofrecen música jazz en vivo, desde hace 25 años que existen. Las cenas conciertos se hacen una vez o dos al mes, y es mejor reservar porque está llenísimo.
Recorriendo las calles de esta maravillosa ciudad, entré en este mítico lugar, recomendado para que probara su comida, la verdad que salí encantado con este restaurante enfocado como café-teatro donde se puede tener de todo, buena comida, buen servicio y buena música. Con un ambiente joven y bastante profesional. Con un menú de 12€ y 15€ los fin de semana. En este sitio ponen también una terraza en la plaza de San Benito, acogedora y sin tráfico. No pude sentarme en ella, pero me dijeron que ponen unos batidos exquisitos. En fin, enhorabuena a los gerentes de este local y a sus Camareros que me hicieron pasar un rato inolvidable en este rincón de esta cultural Salamanca.
Lo encontramos por casualidad, cerca de la casa de las conchas. Por su aspecto exterior parece mas una cafetería que un restaurante. El trato del personal es muy bueno y la comida, que es lo importante en estos lugares) muy buena. Tienes un menú por 12€ +2€ extras si comes en la terraza). El chef es Héctor Carabias, así que sobran mas comentarios. Lugar recomendado 100% si pasas por Salamanca.
Un sitio con una gran variedad de tapas normales y elaboradas. Dos plantas: una de cafetería, donde ponen muy buen jazz y en la planta inferior un restaurante y, a la vez, sala de conciertos. Recomiendo que paséis. Nos trataron como de la familia y la calidad-precio es muy buena. También tienen unas tartas riquísimas y cócteles. El bar es súper completo y está abierto todo el día.
El Café Restaurante El Corrillo se encuentra en pleno centro histórico de Salamanca, a escasos minutos de sitios de interés, como La Casa de las Conchas, o la Plaza Mayor. Podemos acceder al local mediante dos entradas. En primer lugar encontramos una superfie bastante extensa, con barras y mesas. Esta zona es más propicia para picar algo, o tomar la merienda.Digamos que es la zona de café. En esta zona podemos encontrar expuestos cuadros de jóvenes artistas. Bajando unas escaleras, encontramos lo que es la zona de restaurante. Esta zona está cubierta con fotografías tematicas de Jazz, y sobre una platea se encuentra un piano, que ofrece a veces conciertos en vivo. La impresión general es de un ambiente más íntimo que la zona superior, y además cuenta con el aliciente de que no se puede fumar, así que perfecto. Pese a que Salamanca es conocida por sus tapas, en El Corrillo destaca la cocina más contundente. El restaurante ofrece tanto cocina de vanguardia como cocina tradicional. Hay menús degustación de lo que es la cocina de vanguardia, pero lo que más me gusta del local, son los menús del día. Podemos disfrutar de ellos por 12€, aunque los fines de semana sube 2 o 3€ como todos los restaurantes de la zona . El menú ofrece a eleguir una media docena de platos de primeros y otros tantos de segundo, y es fijo, teniendo la pega de que, para ir muy a menudo puede hacerse un poco repetitivo. Durante mi estancia en Salamanca fui muchas veces a este restaurante, y me encantó. La comida que ofrece, está muy bien presentada, como si fuesen platos de diseño, pero con la agradable sorpresa de que las raciones son bastante abundantes. Y estupendamente cocinada. Entre los platos que he probado, de primero: Patatas meneás, un plato típico de la zona, mucho más rico que las que probé en otros restaurantes, sopa castellana, pimientos del piquillo rellenos en salsa, y esparragos a las dos salsas. De segundo, exquisitas las álbondigas en salsa, sólo tres pero muy grandes,con patatas paja y salsa de tomate natural y de huerta, según reza el menú , pollo a la sidra, con guarnición de patatas y manzana, o solomillo a la salsa de queso, en su punto y adornado con tortilla de patatas al horno, y esparrago envuelto en jamón y gratinado con salsa agridulce. Todo cuanto he probado me ha gustado mucho, tanto que, de algunos platos he repetido en ocasiones,y, como digo los platos vienen muy bien presentados, y en abundante cantidad. Los postres del menú son limitados y de lo más tradicionales. Casi siempre me decanto por la Mousse de Limón, por eso de aligerar un poco los dos platos principales, pero también hay peras al vino, o natillas y flan, todo casero. La atención que he recibido, ha sido muy buena en todo momento, incentivo de más, junto a la fabulosa cocina, y la intimidad que ofrece el restaurante algunas veces que he ido pronto, incluso he podido disfrutar del local vacío , me ha echo, no sólo volver al restaurante en varias ocasiones, sino que se ha convertido en uno de los mejores restaurantes en los que he estado, y por supuesto, lo recomiendo encarecidamente, es un restaurante perfecto para disfrutar de cocina con calidad,abundante y a buen precio, lo que se dice bueno, bonito y barato