Shiva Nature - Torrent

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Fuimos toda la familia y estaba todo buenísimo. Calidad precio. Un buen servicio y muy educados. Las concretas se notaban que eran caseras. Los nachos buenísimos, El arroz estaba en su punto y las hamburguesas sin palabras espectaculares. Y hay que decir que los que tomaron batidos comentaban que buenísimos.

Estas Navidades, he ido al Shiva en dos ocasiones el domingo 4 de diciembre y el domingo 8 de enero. Las dos veces en grupo (bastante numeroso), por ese motivo reservamos con mucha antelación y le pasamos las comandas, para que desde cocina pudieran organizarse. Y en las dos ocasiones, el resultado ha sido muy pobre. En ambos casos, los entrantes ajustados, pero bueno correctos. A excepción clara de esta última vez, que nos sirvieron un trocito de ¿pizza?, con la masa blanda y fría. Pero lo peor en ambas ocasiones, fueron los platos principales. En ambos casos, raciones ESCASAS. El domingo 4 de diciembre pedí Marmitako de Rapé, y aunque tenía buen sabor, lo que no tenía era rapé. Un trocito pequeño y escondido entre unas cuantas patatas. Que, si hubieras aparecido por sorpresa, podría entender que faltaran raciones, pero vamos es que reservamos con tiempo y además le pasamos con bastante anticipación la comanda, sabían con anticipación cuantos platos de Rapé habíamos solicitado. Y no solo me paso a mi, a otros compañeros le paso lo mismo, incluso uno reclamo y le dijeron que sale lo que sale, pero tuvieron el detalle de colocarte un poco más. Y el domingo 8 de enero, yo había pedido “Crujiente de pollo con salsa roquefort”, tenía curiosidad por ver que era este crujiente. No os imaginéis alta cocina amigos, UN ESCALOPIN de pollo a todas luces de esos congelados que puedes encontrar en cualquier nevera de un supermercado. De hecho cuando sacaron los platos, la camarera no nos presenta el plato como crujiente de pollo, si no como escalopín. Así que el prometedor “Crujiente de pollo”, era en realidad un pequeño escalopín congelado, de los que se sirven en ocasiones en los menús infantiles en otros restaurantes. En resumen, MUY DECEPCIONANTE, caro en relación a la calidad y a la cantidad. El precio del menú estaba cerca a los 20 euros, MUY CARO en relación a la calidad y cantidad del menú. La primera vez elegimos el Restaurante por proximidad, y la segunda vez, ya no queríamos ir allí, pero era lo que más cerca nos venía y no era fácil encontrar otro restaurante en la zona. Yo solo no volveré

Mal. De los peores sitios del año. sitio feo de decoración. atención correcta. la carta tiene viene pinta, pero nada de nada. croquetas insipidas, saben igual lar otras de una cosa u otra. bravas curves y abundantes. baos, que según carta es la sugerencia, muy malos. El pan como si fuera chicle duro a pesar de habérselo advertido en la primera ronda. abuso de salsas prefabricadas. postre industrial.