Los Troncones - TONILA

Este restaurante campestre podría ser muy exitoso en un lugar fresco con un ambiente rural, en una finca rústica de dos niveles muy pintoresca donde se come muy bien. El menú es muy variado y las carnes se asan a la leña, y es tradición pedir una ensalada rústica mixta especial acompañada de enormes tostadas distintivas de este establecimiento. Todo sería perfecto si no fuera por el servicio que es desastroso. Los meseros son improvisados e insuficientes, y hay un cuello de botella en la cocina que no se da abasto. Con lo que tienen podrían dar un servicio regular a 5 mesas y a veces pretenden atender a 30 o más. La excusa que dan es que los platillos se preparan al momento de pedirse y eso no puede ser una justificación para lo que tardan en servir. Se descuidan las mesas, a veces no se colocan cubiertos, se equivocan con los pedidos, los meseros no hacen caso, las cuentas tardan muchísimo, etc. El propietario le apuesta todo al lugar y a su concepto y no invierte en personal capacitado y suficiente, ni en un sistema adecuado.