La Cabana - Tías

Lo primero que voy a decir es que he estado tratando de ir durante más de un año y medio, y que lo encontré imposible porque siempre estaba lleno. Lo segundo, lo entiendo perfectamente. No hay nada más que entrar, sabes el lugar típico, pequeño. un lugar muy acogedor y elegante, con una decoración muy cuidadosa. la atención es muy cercana, pero muy profesional. una mezcla difícil para siempre. y con respecto a la cocina, en la parte salada está tranquilamente en mi parte superior-5 para tirarla, y eso es. Platos de inglés con toques y técnicas franceses, ingredientes de primera calidad y una ejecución brillante, así como su presentación. muy equilibrado el terrino de la foie, y lleno de sabor el pato. carta de vino corta, con una apuesta muy pronunciada para los internacionales. Me encantó un beujeolais. un detalle que me ha goteado mucho es que te dan como un bocadillo algunos panes pequeños con aceite, y dos mantequillas, y cuando pides postre, una taza de vino de mosquete (me recordó el guiguan). la carta de postres si tiene un marcado acento inglés, y aquí se eliminaría cualquier y haría una reestructuración. Estoy pensando en cuando voy a volver, y espero que sea pronto.

Fuimos a una de nuestras últimas cenas en el campo y honramos su reputación. Muy bueno en general, pero especialmente los platos principales: pato y angus negro. Si estuviéramos más cerca, definitivamente volveríamos.

La comida era increíble, no había nada que no nos dejara caer, los platos muy cuidadosos y una buena atención

Cocina muy cuidada, el chef es de primera calidad. El lugar es súper lindo y tiene un ambiente familiar. Calidad-precio justa. ¡Daría más de 5 estrellas!

Debo dejar una opinión positiva porque hemos cenado de maravilla. Para nosotros ha sido una experiencia gastronómica. Los platos están elaborados con gran detalle y los sabores han sido escogidos con esmero. Me ha encantado la combinación de sabores. Recomiendo el plato de pato y la tarta de queso. La atención es excepcional y la comodidad es exquisita. Vale la pena pagar un poco más por una buena cena. ¡Gracias!