Rural Buenaventura

Hemos tenido que cancelar nuestra estancia la tarde anterior porque, tras un mes y medio de haber hecho la reserva y hablando directamente con la dueña, parece que hubo un despiste al tomar nota. Esta iba a ser mi tercera vez en el alojamiento y probablemente no vuelva, lo cual es una pena porque el pueblo y su entorno son preciosos. Lo grave es que si yo, como cliente, no insisto en llamar para confirmar después de un mes y medio de silencio por parte del establecimiento (soy así de insistente; allí me planto con dos niños pequeños para encontrarme con el despiste de la dueña). Hay una falta total de comunicación, numerosas llamadas no atendidas debido a una mala comunicación telefónica (aunque yo tampoco me molesto en devolver las llamadas, por si acaso me preguntan algo de mi negocio), falta de confirmación de la reserva con los datos acordados... Pasotismo en general con un negocio del que supuestamente vives. No dudo de la carga laboral que conlleva tener un establecimiento así, pero he echado en falta un mínimo de coherencia, orden y sentido común (más con los medios de comunicación que existen hoy en día: móvil, correo electrónico...). En resumen: el puente en familia, con las maletas hechas, a la porra.

Imposible contactar con ellos para confirmar una reserva, a pesar de tenerla ya pagada.

Pueblo hermoso y tranquilo, la gente es encantadora y la casita es muy acogedora. Estamos muy contentos, seguramente volveremos.

Hice una reserva, Hoteles.com me la confirmó y el mismo día de mi llegada a la casa rural, me informan que están cerrados desde marzo de 2020. ¡Increíble!

Es un lugar tranquilo y con todas las comodidades, con vistas preciosas. Belén es muy atenta y amable. ¡Súper recomendable!