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Sprzężenie zwrotne
Przekaż informację zwrotnąDespués de tomar nuestro primer pinchazo, decidimos ir por la calle Laurel para ver qué bar de tapas sería el próximo. Honestamente, en la primera visita no habíamos ido sino por una serie de oportunidades que fuimos. Desde este lugar noté especialmente en un pinchazo: foie **** con compote de manzana. Como la camarera, que era muy amable y atento a nosotros, lo que queríamos. Comenzamos con un pinchazo, uno de foie (el que he comentado anteriormente) y uno de un singlemillo. Los tres cortacéspedes eran ricos, pero debo subrayar que el enemigo era ESPECTACULAR. Cuando te lo comiste, se deshacía dentro de la boca y la combinación de compota de manzana y su punto de sal complementaba perfectamente la punción. El sentimiento de comer es que viniste al séptimo cielo. Lo bueno es que repetimos al imbécil de foie. Además, probamos una serie de vinos del año que la camarera recomendó (se observa que tenía buena experiencia en vinos). Pero quiero destacar uno que se hace de una manera especial (lo puse en la imagen). El precio pagado por lo que comimos fue justo y económico. Mi recomendación es que deberías probar los escaneos y los vinos de este lugar. Además, quiero dar las gracias a la camarera por el servicio y el consejo proporcionado.
Gran pintxos, el sitio está muy bien situado en la famosa calle Laurel. Llegamos tarde, a las 16:00. Y no había gente, pero si vas en una hora de prisa esa zona está llena de gente. Muy recomendable ya que el personal era agradable y agradable.
Puedes tomar algunos buenos punks tradicionales. Tenemos la diversión.
La verdad por la.clase y la calidad de los pinchos muy caro al pedir una cerveza te la pone con cuenta gotas igual que el vino no entiendo la poca visión empresarial que tiene este dueño los gastamos 80 euros y no tuvo ni un detalle el único detalle que seguía poniendo cerveza y vino a cuenta gotas la Copa brillaba más por su vacío que su plenitud la próxima vez prefiero ir a un burger king
Me han tomado el pelo pues, por un diminuto salchichón recalentado y un pésimo vino blanco me han llevado casi 5€. Encantada con la Calle Laurel pero a veces, te llevas sorpresas desagradables. A la Bodeguita no vuelvo a entrar en la vida.