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Przekaż informację zwrotnąEstábamos solos y tardaron una hora en atendernos. Pedí una cerveza con limón y me trajeron una rodaja de limón aparte. Fue realmente decepcionante. No tienen ni idea de cómo funciona la hospitalidad.
Parece que los forasteros no son bienvenidos en este restaurante, ya que tuvimos que mudarnos para dejar paso a un grupo de locales y luego los dueños nos pidieron que nos moviéramos de nuevo porque estábamos bloqueando la salida. Dos tercios de Estrella Galicia y dos porciones de tortilla con bonito por 6.30€. Una experiencia para olvidar y no repetir. El personal que nos atendió, que parecían ser los dueños, fueron muy secos con nosotros, a diferencia de cómo trataban a los locales que nos desplazaron. El bar está ubicado en la calle principal de Potes, pero no destaca por ser especialmente agradable o cómodo.
Llegamos tarde, justo antes de que cerraran y nos atendieron con desgana, ofreciéndonos solo lo que les quedaba. La comida parecía recalentada. Si no querían atendernos, podrían habérnoslo dicho y ya está.
Estabamos de turismo por la zona y queriamos buscar un sitio para comer tranquilamente. Encontramos el Azor Azul. Menu por 12€ /persona. Hay 6 primeros, 6 segundos y varios postres a elegir, con pan y bebida incluído en el precio. Es comida casera y de calidad. Ese día elegimos de primero una fabada montañesa (estamos hablando de mediados de agosto, con temperaturas de más de 25ºC) sorprendentemente exiquisita. Dentro de ser fabada, era suave y mucho más ligera que la típica asturiana. Nos pusieron un puchero donde nos podíamos servir la cantidad deseada (algo que ya no se suele ver por la zona). De segundo pedimos un entrecot de ternera de la zona con patatas y ensalada (con tomates de verdad, de esos rojos carnosos que saben a tomate) y un secreto ibérico al vino tinto (buenísimo. muy tierno y con mucho sabor). De postre escogimos un flan de queso y canónigo (postre típico de la zona). Comida hecha con mimo, rica y abundante. No te quedas con hambre. Es como comer en casa de la abuela. El servicio es correcto y nos aconsejaron adecuadamente. Es un restaurante muy bien ubicado en la calle principal de Potes. Se puede tanto comer, como picar algo o tomar un café que nos sorprendió bastante la calidad del mismo. Definitivamente recomendable.