La Posada Ducal - Penaranda de Duero

He pasado dos días y una noche en la posada que es espectacular por dentro llena de salones y una decoración única con un ambiente acogedor.El dueño Óscar inspira pasión por lo que hace y me pareció un gran tío,la joven chica de recepción un encanto en la atención y predisposición en todo momento en mi estancia en la posada y por último la comida

La comida ha sido excelente, de los primeros me quedaría con el revuelto de setas que fue simplemente exquisito aunque los pimientos confitados también fueron excelentes.Buena morcilla aunque esto casi se espera de fijo en esta zona. El lechazo estaba impresionante. El precio es acorde con la calidad de la comida, no es una ganga pero es correcto. La ubicación privilegiada, en la plaza del pueblo. La atención fue muy buena, Oscar siempre amable, atento y encantador, pasamos un buen rato. Estuvimos a punto de no ir por las críticas que habíamos leído y nos alegramos de no haberles hecho caso porque sinceramente, no las entendemos, una vez que hemos estado alli

El dueño del local una persona encantadora. El servicio inmejorable. La comida riquísima no se puede pedir más. Volveremos

Ubicación excelente, ambiente rústico con decoración de piedra y madera, encantador. Òscar , súper pendiente un crack. Tomate brutal, con sabor a tomate, empanadillas de setas caseras, súper sabrosas, revuelto de setas bien. Lechazo asado, sabroso, rico. Vino de la casa , 4 mesecitos de barrica, mu rico. Precio para la cantidad y calidad muy bien 35€/pax.

Comenzaron diciéndonos que el menú era antiguo y que los precios no eran los que decían. Un verdadero timo. Las croquetas caseras no eran tales y el lacón con pimientos no contenía pimientos. No había nada más. La luz de los baños no funcionaba. No se puede pagar con tarjeta, ya que el datáfono estaba roto. Caro y de mala calidad.