Sprzężenie zwrotne
Przekaż informację zwrotnąFuimos con las mismas expectativas que siempre. Buscando pasar un buen momento en compañía con rica comida. Todo fue excelente hasta la llegada de los platos. Una salsa que supuestamente traía tomates secos y provenzal, trajo tomates al natural y perejil deshidratado... sin explicación alguna. El risotto con 1 kilo de arroz, re pocos mariscos. Cuando consultamos por la ausencia de los ingredientes, el mozo se rió y nos contó que el día anterior se habían quedado sin papas fritas, y a una mesa le sirvieron mandiocas sin avisarles, y rechazaron el plato. Cuando nos traen la carta de postres, llegan comensales a la mesa de al lado. Desde ahí nuestro mozo no apareció más. La mesa estaba al lado, pero no fue más a la nuestra.... después de como 20 minutos llamamos a otro, que encima ni nos miraba por estar con el teléfono y la cabeza mirando hacia abajo.Una lástima pero no volvería.
Me gustó mucho la comida , las pastas son excelentes , recomiendo los añolotis de salmón con crema de langostinos y mejillones.Solo que de postre pedimos torta tibia de manzana con helado y nos trajeron una tarteleta con helado , una desilusión.Pero de todos modos volvería!
Degustamos como entrada unas rabas y posteriormente ciervo a la cacerola. Buena presentación de los platosBuena atención, ambiente cálido, bastante agradable para conversar.
La comida es hecha sin sal, con porciones abundantes. Comimos cazuela de mariscos, que estaba bien y Raviolones con salsa rosa, sabor flojo... No quedé con la sorpresa que esperaba. No estaba mal pero a la comida le faltaba personalidad... era como para quedar bien con todos. Sin embargo, le daré una oportunidad mas, porque mala no era sino simplemente le faltaba sazón
Comida internacional en un salón bien puesto, bajo la regencia de un chef que anduvo por el mundo. Altamente grato y recomendable. Fácil estacionamiento y en el centro de La ciudad. Recomiendo pastas.