Lago Pinar - Mérida

No vayáis! Tercera vez que le damos una oportunidad, servicio pésimo, nos hemos venido sin cenar y sin ninguna disculpa, encima el camarero en plan chulo, hemos pedido unas tapas que aunque han tardado han salido,después hemos pedido la carne y después de esperar casi una hora y reclamar la comida y decirnos que aún iba a tardar, hemos pedido la cuenta y nos hemos venido sin cenar! Ni una misera disculpa, no vayáis!! No volveremos!

Sitio espectacular tanto como su comida. Un arroz negro muy bueno El jamón, croquetas, atún. Todo buenísimo Muy recomendable

Hemos esperado una hora y media para que nos digan que no hay lo que hemos pedido , pedimos otra cosa y cuando me lo están trayendo se le cae la comida del plato , la comida fría y hay agujeros por el suelo y se ha caído un comensal , peor imposible , PESIMISMO .No vengáis

Chiringuito situado junto a la playa del embalse de Proserpina, con un amplio salón interior y una agradable terraza desde la que se divisan preciosas vistas del embalse. En los alrededores hay bastante sitio donde aparcar. Su carta nos presenta muchas opciones, con varias tapas alrededor de los 5 € así como pescados, carnes a la brasa, arroces y otras opciones. Acudimos a última hora de la tarde para tomarnos una cerveza, pero como la carta nos gustó y teníamos hambre, al final nos quedamos a cenar. Pedimos una tapa de ceviche de corvina, una tapa de ensaladilla de pulpo, una tapa de pavías de bacalao y una tapa de croquetas caseras de arroz con mozzarella y bacon. De bebidas, dos tintos de verano tamaño XL y un tanque de cerveza, todo para una cuenta de 28,40 € para tres personas. En principio, pedimos solo cuatro tapas con la idea de pedir más a continuación, pero lo cierto es que las tapas son grandísimas, comparables a medias raciones. Además, todas estaban buenísimas; el ceviche, espectacular, de los mejores que he probado, y el resto de tapas, a su altura. Muy buena atención. Sitio estupendo ubicado en un paraje precioso.

Restaurante ubicado delante del pantano. Cuando fuimos no había mucha gente porque era en pleno mes de agosto. Recubimos un trato excelente por parte de las camareras. La comida muy correcta, buena relación calidad-precio. El lugar fantástico para ir con los niños que luego aprovecharon para bañarse.