De Malanquilla

Pues gratamente sorprendido por la oferta y la calidad. El cochinillo muy bueno. Tanto, que no hice foto. La selección de quesos (con membrillo) muy bien afinada. A nivel de combinados hay para elegir más allá de Larios y anís El Mono, lo que se agradece. Los desayunos (almuerzos, más bien) completos. Volveré

Un lugar un poco escondido donde puedes disfrutar de paz, tranquilidad, paisajes y buena comida en el restaurante de la Plaza. Nos personamos una avalancha de 70 moteros y acompañantes, comandados por BMW Motorrad de Zaragoza, con ganas de almorzar, y hay que destacar el esfuerzo que hicieron los responsables del restaurante para conseguir satisfacer a todos. Con paciencia por parte de todos y un nivel de buen ambiente, todo salió bien. Como nos quedó buen recuerdo, hoy día 6 de abril del 2024 hemos vuelto un grupo de amigos moteros para almorzar, y además de comprobar que la bonita iglesia de la plaza sigue en su sitio, ha sido muy agradable volver a esta localidad de tan escasos habitantes, pero con un gran corazón y espíritu de trabajo. Me faltaba agregar la visita al molino de la localidad, buen lugar para unas fotos panorámicas y del molino.

Si te hospedas en el hotel es un lugar obligatorio para visitar. Los desayunos son muy ricos y asequibles y para cenar básicos pero bien hechos y generosos. Hay que destacar que estuvimos un viernes para cenar y, a pesar del enorme esfuerzo y diligencia del camarero, tuvimos que esperar demasiado. Una sola persona atendiendo 10 personas en barra, 4 mesas y otras tantas en el comedor no es suficiente

Un sitio original y tranquilo en un pueblo, Malanquilla, casi en la frontera con Soria, almorzamos allí, después de una ruta con la moto, huevos, patatas, torreznos y Costilla adobada de Soria. Tienen un molino muy bien restaurado cerca del pueblo, está indicado.

Un gastrobar que ofrece un gran surtido de raciones y bocadillos para tener una cena informal pero muy rica y abundante.