Morocho - Estepa

El trato estupendo, el precio muy ajustado para la situación que vivimos: 2 riberas 1 agua con gas 1 solomillo ternera 1 lomo ibérico 1 timbal de vieiras, salmón y aguacates 1 ración gamba roja a la plancha 2 postres grandes 84 euros Para llegar a un 5 quitaría que el timbal no estuviese tan frío y la carne un pelín de más calidad. Recomendable y productos frescos.

Comida espectacular. El servicio es fantástico y el ambiente muy bueno también.

De la comida no puedo ni opinar porque no llegue a quedarme ni a comer, pero de la actitud del camarero solo decir que es lamentable. Llegue y pedí una mesa para cuatro, una camarera amablemente me indica una de ellas para sentarnos, a continuación llego este señor quien me invita a levantarme de malas maneras, con una falta de educación y grosería como jamas he visto en un restaurante. Nos quedamos con la pena de probar la segura buena comida que tiene, pero este señor ha conseguido que no volvamos por allí. Viendo los comentarios, hay varias reseñas negativas sobre la atención… demasiadas coincidencias. Igual coinciden en lo bueno de la comida. Lo segundo ni idea, lo de la atención 100% confirmado.

Vinimos aquí a almorzar. Es imprescindible reservar puesto que el local se llena. Al entrar olía muchísimo a ambientador de canela lo cual es un poco desconcertante en un restaurante. Pedimos croquetas (que no vienen en la carta). Son de jamón y están bastante saladas. Revuelto de bacalao (estilo bacalao a bras). Estaba bien pero se echaba en falta más patatas un poco más crujientes. Secreto. Le faltaba bastante sabor a la carne. Codillo, lo más recomendable y también fuera de carta. Fue el mejor plato. Tierno y sabroso. De postre leche al horno (más parecido a un pudín que a la leche frita) y tocino de cielo (con demasiado caramelo para mí gusto). Nuestro hijo mayor estaba de pie (sin correr) mirando los relojes cuando la sala estaba aún vacía y el camarero lo mandó a la mesa. Le pusimos un vídeo en el móvil porque obviamente le molestaba. La cuenta con un agua y dos refrescos 72€. Alta, la verdad

Pésimo trato, muy mala educación, estaba la puerta encajada, cuando hemos ido a preguntar si tenían hueco, el hombre que ha salido nos ha tratado super mal, nos ha hecho un comentario de muy mala educación, nos ha dicho no habéis visto barrio sésamo, puerta cerrada, no entrar , primero la puerta estaba entreabierta, y no creo que sea forma de atender a las personas, por supuesto no volveremos y no se lo volveré a recomendar a nadie. Que verguenza, que poca educación, que mal gusto.