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Przekaż informację zwrotnąMe ha encantado!!! , llegué a casa satisfecha del chuleton de 1kg, que nos metimos entre pecho y espalda!!!
Gran sitio para comerte un buen chuletón. Con ganas de repetir
Recuerdos de niñez es lo que me viene a la cabeza cuando visitó sitios como el valle de Arán. Casitas de cuento, calles empedradas y serpenteantes, arroyos de aguas cristalinas a la par que cantarinas discurriendo por medio del pueblo y enmarcadas por puentes de piedra...casi como un cuento de niñez, como digo. En ese ambiente aparece este restaurante que yo definiría como básico porque, qué hay más básico que un trozo de carne hecho a la brasa? El resto de la carta, donde encuentras cosas realmente apetecibles y de las cuales yo probé un par, son satélites que discurren en torno a lo más importante: la carnaza. A la entrada nos espera sonriente la bruja que da nombre al local, sonrisa maliciosa que se torna en alegre al saborear la sidra escanciada desde un barril de metro y medio de diámetro encastrado en la pared del local. Y el local...es amor a primera vista lo que sentí: piedra, madera, mesas largas, bancos corridos, vigas en el techo bajo, columnas de madera rústica...si yo pudiera, mi casa tendría los principios de la construcción aranesa. Con ello, la sensación que me evocó el local fue de confort y comodidad máximos. La carta es somera aunque no falta de platos. Dispone también de dos menús, uno de 32 y otro de 25. Probé el paté aranés, la tortilla de ropa vieja, el entrecot y la chuleta. Decir que en carta la chuleta pesa 450 gramos y el chuletón, 1000 gramos. Ahí es ná! Sólo puedo decir que la comida es alucinante y que la carne es de 10, como digo, el verdadero protagonista a mi parecer de la comida. Hecha a la brasa, en su punto, y con sal gorda. Básico y efectivo. No es un lugar de comidas elaboradas, sigue más bien la línea de comida tradicional siguiendo un concepto de cocina de mercado con calidad de producto sobresaliente. Por ello, y por culpa del flechazo causado por el local y la posterior consolidación del amor surgido con una comida verdaderamente sobresaliente, no puedo más que anunciar el futuro matrimonio entre mi persona y era bruixa!
Buena sidrería. Pedimos el menú: La tortilla de ropa vieja muy sabrosa y el txuleton tierno y en el punto que pedimos. La sidra riquísima, te la escancias tu mismo las veces que quieras.
Chuletón de buey a la brasa poco hecho rico