Occitano - Cuenca

Simplemente impresionante. Después de tres días en Cuenca, sin duda es el mejor restaurante en el que hemos comido. La comida está bien elaborada y los sabores son novedosos, sin perder la esencia de los ingredientes clásicos. Definitivamente, es un lugar al que hay que ir si pasas por Cuenca.

La comida estaba deliciosa, con platos diferentes a la cocina tradicional, pero todo muy bueno. Nos quedamos con ganas de probar más opciones del menú. Además, el local está muy bien decorado y ambientado.

El lugar es bonito, los camareros son amables y la comida está bien, pero las porciones son demasiado pequeñas, parecen platillos de degustación. Los precios son demasiado altos para la cantidad que ofrecen, no vale la pena.

Para empezar la chica que nos atendió fue muy simpática. La carta es clara, no muy grande y para probar cosas de la tierra, aunque soy andaluza y tengo que decir que hacía tiempo que no me comía un gazpacho tan rico. El hojaldre también riquísimo. Parada en Cuenca para retomar el camino con buena energía :

Todo muy bueno, trato agradable., un poco caro pero merece la pena. Repetiremos sin dudarlo.