Umiko - Comunidad de Madrid

Fuimos y deleitamos el menú de dos personas y fue una experiencia genial. Todo estaba buenísimo

Ayer estuvimos celebrando el Cumpleaños de mi hijo en este restaurante. Umiko es una joya culinaria donde la tradición japonesa y la esencia española se entrelazan de manera magistral. Desde el momento en que entras, te sumerges en un ambiente acogedor y refinado, con una decoración que combina elementos modernos y clásicos, creando un entorno visualmente espectacular y relajante. La calidad y el detalle en cada plato son simplemente excepcionales. La fusión entre la cocina japonesa y española se presenta con una creatividad y maestría que deleita no solo el paladar sino también la vista. Cada nombre de plato es un guiño a su ingeniosa combinación de culturas, y la presentación es exquisita, casi artística. La variedad de vajillas, cada una distinta y hermosamente diseñada, añade un toque único a la experiencia gastronómica. Se nota un cuidado especial en cada detalle, desde la selección de los ingredientes hasta el último adorno en el plato. El servicio es otro aspecto destacado en Umiko. Los camareros son excepcionalmente atentos, conocedores y apasionados por su trabajo, asegurando una experiencia culinaria inolvidable. Y como broche de oro, el roscón de Reyes de Umiko ha ganado un merecido premio al mejor roscón. Es una delicia que combina la tradición española con un toque único de la casa, haciendo que cada bocado sea un recordatorio de por qué Umiko es un lugar tan especial. En resumen, Umiko no es solo un restaurante, es una experiencia culinaria completa donde cada detalle está pensado para encantar y sorprender. Es, sin duda, un destino obligado para los amantes de la buena comida y la fusión cultural.

El sitio es espectacular, la comida está increíble y el personal es muy atento y agradable. Hemos comido súper bien. Todo lo que ves en las fotos está de lujo... cuidan cada detalle y se nota. Probaría muchas más cosas de la carta, porque todo lo que sacaban tenía una pinta increíble. Lo único malo es que los precios son bastante elevados, por lo que no es un sitio para ir con frecuencia. Los postres es lo menos especial para mí gusto, estaban riquísimos pero no fueron de ensueño.

Buena elaboración. Platos originales y buen genero. El ambiente muy agradable.

Experiencia buenísima. Hay platos de sabor increíble y otros que sin más. El servicio es muy agradable y la ambientación íntima. La iluminación tan usada de luz dura cenital a la mesa es algo molesta a los ojos y poco estética. Lo demás está genial.