LIPPEE - Canning Partido de Ezeiza

Este resto nacional hace 15 años, cuando Canning arrancaba en el 2002, así que conozco a su dueño, una excelente persona, su historia, sus comienzos.Desde el primer momento se busco lograr un ambiente familiar, con comida que se distinga por la variedad, calidad de sus ingredientes, y creo que lo lograron. El menu es muy variado y completo, hay hasta platos exóticos: sacare, ciervo, ranas, búfalo son parte del mismo.Mas alla de este detalle, la atención del salón, liderado por un veterano de la gastronomia como LITO, hace une experiencia única! LITO, saluda a todos los comensales, los conoce, ellos los conocen y la relación es mas que amena...La carta tiene menu infantil, pastas exquisitas, carnes varias (pollo, vacuna, de cerdo), guarniciones varias y exquisitos postres.Cuenta con un espacio de recreación para chicos, lo cual lo hace interesante para familia con chicos pequeños, los cuales disfrutan mucho el espacio.Nosotros pedimos la ultima vez, unos raviolones de salmón con salsa de puerros, un solomillo dijon con papas españolas, y postre riquísimo.La comida es gustosa, bien preparada, bastante rica.Es una muy buena opción para comer rico, en ambiente familiar y con atención correcta de su personal.Volveremos en breve!

Volviendo de San Vicente, encontramos este lindo restaurant, bien ambientado, con buena atención. El mozo nos sugirió el plato del día, wraps de cordero, bueno pero con gusto a poquísimo, especialmente en relación al alto precio y hubo que pedir otras cosas. Los vinos también muy caros y para colmo un abultado recargo por el "Cubierto." Aceptan tarjetas pero con recargo (o sea que en efectivo es mas barato). No volvería.

Nos recibe un señor MUY EDUCADO que saluda personalmente a cada cliente y luego, en la mesa, nos da una cátedra del vino que elegimos (Un tipazo). La moza, no solo nos guió en los pedidos (MUY PRECISA), sino que al ver a los menores con mas intensiones de jugar que de comer, pronunció el viejo dicho -"EL QUE COME TODO, TIENE PREMIO" (Palabras mágicas) (UNA GENIO). Los platos, exquisitos, (5 platos con carnes, en el puno exacto que cada uno pidió). Los precios, inferiores a la calidad de los platos, Eramos 12, nos retiramos muy satisfechos y con la voluntad de volver. MUY RECOMENDABLE !!!

Un lugar con una carta variada y un tanto exótica para el lugar. La atención fue correcta, pero se nota que no son profesionales. Los platos pedidos estaban bien servidos. Los menúes infantiles algo pobres. Por el tipo de comida, la carta de vinos era acotada. Una opción si uno anda por la zona, pero no justifica ir ex profeso.

Buen almuerzo, buena carne, demasiada demora en recibir los platos ( 90 minutos).La trucha amaretto, recomendable, como el bife de chorizo; el salmón rosado, gusto a poco, y poco gustoso. El postre, tarta de manzana con helado, muy bueno.Un buen rincón para los niños, ameno y bien variado.