La Bodega Colome - Cafayate

Una bodega para conocer. Se puede almorzar. Tiene un Museo extraordinario denominado Hess por ser el apellido de su autor.

Hay que tener en cuenta que desde Cafayate hay como tres horas de largo camino sinuoso y de ripio para llegar a la bodega, pero vale la pena. Se trata de un lugar increíble, con una bodega de primer nivel y, lo más sorprendente, un museo maravilloso enclavado en el medio de unas montañas únicas. Mario nos recibió muy amablemente, nos mostró el museo y la bodega y estuvo atento a nuestras preguntas. Es un excelente anfitrión que hace posible una muy agradable visita. Además, hay un pequeño restaurante con pocas mesas donde comer una rica ensalada, una carne o las deliciosas empanadas salteñas, todo regado de los vinos de altura de esta bodega.

Para ir a Bodega Colomé hay que llegar a Molinos por ruta 40 y desde allí por ruta provincial 53. Al llegar, previo a realizar la visita guiada, nos alcanzaron el menú para que ya eligiéramos los platos. La carta no es muy extensa pero sí variada e incorpora productos de la zona. Almorzamos en una terraza, con una vista maravillosa a los viñedos, el Museo James Turrell y los cerros al fondo. Comida gourmet, vinos de altura de excelente calidad y postres asombrosos. Precio de gama media a un poco más alto, pero la calidad lo justifica. Se puede abonar con tarjeta de crédito. Conviene reservar con anterioridad. ¡Sin duda volveremos!

Fui con mis amigas a la Estancia Colomé en Semana Santa. El lugar es increíble, incluyendo el viaje hasta allá desde Cafayate que, si bien es largo y el camino todo de ripio, vale la pena.En la bodega nos atendieron súper bien y la comida excelente y accesible. Recomiendo pedir el champagne brut nature. Volvería sin dudar.

When we were there the only thing available from the menu was salad. Fairly horrible movie about the history of the winery. Expensive tasting. Not the friendliest service neither. There are much better wineries to visit. Location is fantastic though, makes an excellent trip. The Turrell museum next door is definitely worth seeing.