Sastre - Belalcazar

Buenas, somos clientes ocasionales de este establecimiento y venimos expresamente a probar sus croquetas que es lo que nos gusta de ahí hemos percibido que cuando pedimos una raccion de más nos pone mala cara o no nos las pone directamente por qué dice que no tiene muchas. Hoy a sido ya el colmo ya que he llegado a comprar 2 reacciones de croquetas sin cocinar para freírlas en casa y me ha dicho que no me las vende porque tiene mucha gente está medio día entonces yo le he razonado que si vengo una hora más tarde y se la pido en mesa me las pone y me ha dicho que si y le he pedido por favor que vengo de fuera y que si me Hiba a hacer volver por esa tontería y me ha dicho que si que no me las vendía que volviera en una hora y me las pidiera en mesa. No voy a volver a ir nunca, porque a si no se trata a las personas, todo principio tiene un fin y torres muy altas también caen y puede ser el principio del fin de este establecimiento porque así no se trata a las personas sin duda no volveremos JAMAS y que se queden con sus croquetas,espero que tengan para todos.

Lamentablemente, nuestra experiencia en el bar no fue la mejor. Al llegar, nos sentamos y nos sirvieron dos cervezas mal tiradas. Además, notamos que no nos ofrecieron aperitivo, a diferencia de las otras mesas. Cuando lo solicitamos, finalmente nos lo trajeron, pero la atención no mejoró mucho. El verdadero inconveniente surgió cuando pedimos unas raciones para llevar y nos informaron que no era posible. Nos preguntamos qué pasaría si decidimos comer algo y nos sobra comida, ¿tampoco podríamos llevarla? En general, sentimos que el trato no ha sido el adecuado. Esperemos que puedan mejorar en el futuro.

Es el bar de toda la vida, donde nos reencontramos cuando llegamos en unas vacaciones y compartimos los primeros botellines de las fiestas. Recomiendo el cuchifrito, muy tierno y sabroso. El solomillo con salsa roquefort también merece la pena, y si no el típico flamenquín cordobés. Dos generaciones te atienden rápidamente (dependiendo de la gente que haya, claro está . Price per person: €10–20

¡Una experiencia gastronómica excepcional en el corazón de Belalcázar! Desde que entras por la puerta, te envuelve el encanto de este pequeño bar restaurante fundado en 1966. Su especialidad en casquería y comida casera es simplemente insuperable. Cada plato está lleno de sabor y tradición, transportándote a la cocina de casa de tu abuela. Pero lo que realmente destaca es el servicio: profesional, atento y amable en todo momento. ¡Una visita obligada para cualquier amante de la buena comida y el buen servicio! ¡Recomendado al 100%!

Repito seguro. Buena comida, económico, buen servicio, amabilidad y limpieza. Qué más se puede pedir? Food: 5 Service: 5 Atmosphere: 5