El Viejo Almacen - Azul

Pasamos luego de visitar el monasterio trapense. Un queso casero muy rico y un salame casero especial. El ambiente es interesante, te sentis transportado a otro tiempo. Volveremos a probar las carnes hechas lentamente al asador.

No fui con muchas intrigas, llevaba a mis hijas y nietos. El lugar no es nada del otro mundo, las hay más completas en nuestra Provincia de Buenos Aires. La comida es normal pero en relación con el precio, esta calificación se viene abajo. La música: El cantante es bueno pero el sonido es para la cancha de River. Puede mejorar.

Un viejo almacén transformado en restaurante que ofrece exquisiteces a la parrilla y deliciosos escabeches y chacinados elaborados por sus dueños. Excelentes anfitriones Viviana y Fabián

Con un menú fijo por un precio accesible se come rico y abundante. Desde una picada de fiambres y quesos hasta conejo, cordero y una parrillada muy buena. Incluye postre a elección y bebida. Atendido por una familia muy cálida. Vale la pena

El viejo almacén de Pablo Acosta, conserva todo prácticamente original. Donde se pueden degustar asados hechos en el momento y suculentas picadas.