Potzolcano - Álvaro Obregón

Bravo por el pozole de maciza. Muy bien servido, aún el tamaño chico. Si hay espacio, hay que entrarle a las enchiladas de mole, un agua de horchata y de postre un flan napolitano. Entre semana hay que llegar antes de las 2pm para que no esté llenísimo de oficinistas, pues es relativamente chico (aunque tenga dos pisos). Su talón de Aquiles es el estacionamiento, no tiene. Dejar el coche en calles aledañas no es tan recomendable, así es que recomiendo dejarlo en la plaza de al lado y caminar un par de calles.

Hasta el momento es el mejor pozole que he comido en la Ciudad de México. Es barato, sirven en abundancia, todo, hasta el agua (es un litro) atienden bien y los postres son ricos. Todo a pedir de boca

Muy pero muy buen pozole. Incluso, es de los pozoles mejor servidos que he llegado a conocer en mi vida. Lo recomiendo mucho y es más, pide el plato chico y una tostada de pata... Te garantizo sales satisfecho pero siempre vas a querer más pozole.

Les recomiendo el pozole es buenísimo además de que es el único lugar en el que yo he visto que venden pozole blanco aquí en la CDMX además venden enchiladas verdes y mole. La atención es súper rapida. Altamente recomendable

Un lugar ideal para disfrutar en familia o con amigos, con un servicio excelente.