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Sprzężenie zwrotne
Przekaż informację zwrotnąDecidimos reservar en este restaurante, local de pueblo y con una decoración motera estilo antiguo taller de vehículos, puesto que teníamos muy buenas referencias y la verdad es que comprobamos que eran del todo ciertas. El local no es muy grande pero es muy espacioso en su distribución y solo al entrar se nota un ambiente familiar, de proximidad, trato empático y muy amable. La atención de las camareras formidable, muy atentas y simpáticas en todo momento. La comida fantástica, muy sabrosa con producto fresco y de calidad. Se nota que en la cocina se pone amor y esmero en los platos para que los comensales salgan satisfechos. Comimos el menú de fin de semana a 25 € por persona con 9 primeros, 9 segundos y más de 12 postres a escoger con raciones muy generosas, precio muy razonable!. Incluso existe la opción de consumir sólo medio menú a 19 € por comensal. De primero comimos macarrones a la boloñesa, timbal de verduras a la brasa con queso de cabra y miel. De segundo muslo de pollo a la brasa y pollo rebozado picante con guarnición. De postre rematamos con helado de chocolate y coulant de chocolate con helado de café. Todo excelente, repetiremos seguro. 100% recomendable!. Si quereis comer bien en un ambiente familiar y distendido, el taller de Penelles ha de ser vuestra elección, no os defraudará!
Normal. Servicio justito. Comida normalita. Nada negativo a destacar. Quizas un poco lentos. Se trata de un bar-restaurante sencillito. Pero por su ubicación, nos fue perfecto. Precio: medio menú 18€. Menú 25€ (aprox)
Estuvo bien, vinimos súper acalorados, buen lugar para comer, carta de menú con precio más que bueno.. Lo único, quizá la llauna de cargols era un poco pequeña y estaban un poco pasados però por todo lo demás, perfecto.
Teniamos reserva,y nos hicieron esperar es lo unico...para que reservamos pues,teniamos 14,30h nos sentaron als 15h,todo bueno, algunos platos.con suplemento..menú festivo bastante bien
El pueblo muy bonito, pero el restaurante deja mucho que desear, el trato camarero cliente fue pésimo, a las dos de la tarde nos dijeron que no tenían sitio para comer, a pesar de tener mesas vacías, llevábamos una niña pequeña con hambre. Fuimos a dar otra vuelta para ver si encontrábamos otro bar, mágicamente había gente comiendo llegaron después de nosotros y a ellos sí que los atendieron. Esto lleva a pensar que no tienen suficiente atención con la gente de fuera. En definitiva no volveríamos