Homero Brasas y Copas - Miguel Hidalgo

Es un Restaurante, con servicio y comida normal, no es que sea nada en especial, es aceptable. El servicio, es algo deficiente, el precio es razonable.

Hoy se llama Homero. Esta en Pabellón Polanco. El pollo a la mostaza muy malo y crudo. La ensalada de guarnición sin sabor y sin chiste. La sopa de cebolla tipo francesa aceptable, pero el servicio lento y sin entusiasmo y los precios caros, nos dejo sin ganas de regresar. Vivimos enfrente!!!

Fuimos a comer un domingo en comida familiar, la comida es buena y hacen unos cokteles helados para empezar muy ricos, la carta es buena y hay muchos platillos para compartir, pedi un pulpo el cual senti un poco seco, algunos pidieron carne y los cortes estaban bastante bien, solo les falta fijarse un poco en las cociones que se entreguen tal cual se piden, el servicio por ser domingo fue un poco lento y en ocasiones en mesero se nos desaparecia, el ambiente es garadable y el domingo hay un brincolin para los pequeños, en general las porciones son generosas y se paga lo justo por la comida, un promedio de 300 pesos por persona, tienen una carta de postres magnifica, un gran detalle fue que el mesero nos regalo los mismos me imagino por el tiempo de servico, esta en una pequeña plaza y se peude ocupar el valet parking de la misma el cual esta justo enfrente aceptan tarjetas de credito.Regresaria si

Excelentes platillos en porciones suficientes y con una muy buena presentación. El servicio siempre es de lo mejor.el lugar es muy versátil y se presta para comidas informales de negocios hasta festejos en grupos pequeños o familias.

Decidimos celebrar el cumpleaños de mi novio aquí ya que le gusta mucho la carne. Mi papa es fan de este lugar para salir a comer si no hay mejor plan, el estacionamiento es algo caro en pabellón Polanco, sin embargo te sellan el boleto aquí y creo que te dan dos horas de estacionamiento. Lo único malo es que solo sellan uno por mesa y pues nuestra mesa era de 4 y llegamos en dos coches. A veces en horas pico, cuando el restorán está lleno puedes sentirlo un poco ruidoso. La comida es muy rica desde los cortes hasta la pasta y muy buen servicio, los postres que son mi máximo están muy buenos, en esta ocasión pedí el pay de manzana con helado y lo compartí con mi novio.