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Sprzężenie zwrotne
Przekaż informację zwrotnąEs un Restaurante de lujo dentro del hotel Costa Galana, muy bien decorado, con pianista, y personal muy atento.La comida escasa y no muy sabrosa.
Cenamos dos noches en el restaurant. La atención no está acorde a la categoría del restaurant, falta personal, por ejemplo, las botellas no están en la mesa y hay que esperar que el escaso personal tenga tiempo para acercase y llenar las copas. La calidad de la comida es muy buena pero no puede ser que un lomo estè acompañadp por UNA papa frita bastón y UN champignon cortado al medio. La degustación de crème brulèe es tres sartencitas de centìmetro de diámetro, francamente parece muestra gratis pero es un postre de la lista.Los precios son elevados de modo que es de esperar una mejor atención y platos con por lo menos guarniciones màs generosas, por que sino es risible.Muy bueno el pianista que hace màs que agradable el ambiente.
Sospecho que el señor Jean Paul Bondoux debería poner más atención a la forma que se están preparando los platos.Una experiencia deprimente y decepcionante.Se exceptúa a los camareros, que hacen lo posible (y lo imposible) para atender bien a los comensales y el muy buen pianista que nos deleita con sus interpretaciones
Un restaurante como este no puede servir la comida que nos sirvieron. Empezamos con una carta de menú tentadora por los nombres y variedad tanto que estuvimos un rato para decidirnos. Al final pedimos el lomo a punto y el pollo ; se los digo en español porque la carta está en francés y vienen acompañados con otras cosas Después de una hora nos trajeron un lomo cocido que obviamente lo devolvimos y el pollo con ravioles de boniato no tenía gusto a nada aparte de estar seco; seco . Este restaurante no puede servir la comida así. Porque parecía que ya estaba prehecha y recalentada sobretodo el pollo Además el hotel que lo dejaré para otro comentario no puede permitirlo
La bourgogne es un restaurente dentro del hotel Costa Galana. Está muy bien ambientado con música de piano de fondo. La atención es sumamente destacable. El punto flojo de este restaurante es la comida, es decir lo principal. El menú de cuatro pasos no propone grandes combinaciones, y en una de ella, pulpo con cítricos, si bien es buena la idea combinatoria, me sirvieron el pulpo duro y sobre cocinado con lo cual el efecto que se pretende dar se disipa. Después el resto de los platos no corresponden a grandes sabores. La carta de vinos podría ser mejor. En fin, es un restaurante que tiene todo como para expresarse como uno de los mejores de mardel; sin embargo, tiene un largo camino por recorrer en el punto de vista gastronómico.