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Sprzężenie zwrotne
Przekaż informację zwrotnąHe estado yendo a este lugar desde que abrió. Principalmente porque es conveniente, pero también porque las camareras son muy amables. Entre café, cenas y vino aporto una buena cantidad de dinero cada mes al negocio. A lo largo de los años, he llevado diferentes perros porque soy voluntario en el cuidado de perros abandonados. Este fin de semana lleve uno pequeño y algo nervioso. Desafortunadamente, el propietario decidió mover sus contenedores de basura hacia adelante y hacia atrás junto a nuestra mesa y luego procedió a taladrar. No era exactamente un ambiente agradable para nosotros tratando de conversar y, por supuesto, el perro se puso a ladrar. Decidimos irnos porque el ruido del taladro era muy incómodo y porque éramos conscientes de que eso, más los ladrillos del perrito, podría molestar a los dos o tres personas en el local. Al pagar, el dueño fue muy grosero. Se dirigió a mi de una forma muy prepotente y, ajeno a sus propias acciones, se quejo del perrito y de nosotros) de una manera inapropiado. Me quedé atónita con la falta de respeto y trato. Y más siendo cliente habitual. Conclusión... no volveré. Llevaré a mi perro y mi dinero) a otra parte. Mi consejo? Hay un lugar super chulo, y mejor, a unos metros. Buena comida, buena música, un ambiente agradable y acogedor y además ¡Dog friendly! ... En invierno pueden entrar y estar cerca de la chimenea y en verano terracita ... ¡Y siempre regalan chuches!
Terraza tranquila, buen trato y buena comida Service: Dine in Meal type: Dinner Price per person: €10–20 Food: 4 Service: 5 Atmosphere: 5 Recommended dishes: Hamburguesa Van Gogh
Nos quedamos en el hotel cercano y fuimos a desayunar. Fue un descubrimiento. el primer desayuno en estado después de varios días de viaje. café, tostadas, pastelería, todo muy bien. el restaurante era muy pintoresco y la muy bonita terraza. La camarera que nos asistió fue muy amable. para repetir el seguro.
Es un sitio muy agradable, tanto en el interior como en el exterior, porque dispone de una terraza estupenda que está vallada y no es a pie de calle. Atendido por gente joven pero competente. La comida está bastante rica. Ensalada de burrada, los nachos... todo está rico y los postres también
Ambiente acogedor y una atención de las que te hacen sentir como en casa, de toda la vida. Además, el olor de la leña quemada de la estufa en la terraza te hace estar en la sierra, en el pueblo, en otro sitio aunque apenas esté a 20 minutos o así de la capital. La comida riquísima. Y una carta de cervezas muy variada. Tienen cerveza sin gluten para celiacos. A mí me encantó. Sin duda, este sitio ya queda en mi agenda para más veces.